“Paraná y su nombre…camino a sus trescientos años de vida”

Desde la Pastoral de Turismo y Cultura de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario –Catedral de Paraná-, compartieron un artículo sobre Paraná y su nombre en el camino a sus trescientos años de vida. El escrito de la Prof. Sara del Rosario Mentasti narra que “un 6 de julio de 1732 se nombró por primera vez nuestro lugar en el mundo – Paraná – de manera formal”.

“Lo nominó el Presbítero Francisco Arias Montiel en un informe que remitiera al Gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala describiendo su primer año de gestión, siendo el primer Párroco de la Parroquia de la Baxada del Paraná“.

“El documento se encuentra en el Archivo General de la Nación. Arias Montiel nombra así la voz guaranítica que pronunciaban los hermanos aborígenes, hijos de la tierra. Había tomado posesión del cargo ganado por Concurso de antecedentes y oposición, un 27 mayo de 1731. Encabezó su carta, y pedido de ayuda, como Iglesia del Paraná, utilizando este nombre para el Pago de la otra banda, como se lo conocía en ese momento”.

En la celebración de la Santa Misa de Catedral “Nuestra Señora del Rosario” de las 19:00 se agradecerá y conmemorará el acontecimiento.

El texto completo puede leerse aquí:

Paraná y su nombre…camino a sus trescientos años de vida

Un 6 de julio de 1732 se nombró por primera vez nuestro lugar en el mundo – Paraná – de manera formal. Lo nominó el Presbítero Francisco Arias Montiel en un informe que remitiera al Gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala describiendo su primer año de gestión, siendo el primer Párroco de la Parroquia de la Baxada del Paraná. El documento se encuentra en el Archivo General de la Nación. Arias Montiel nombra así la voz guaranítica que pronunciaban los hermanos aborígenes, hijos de la tierra. Había tomado posesión del cargo ganado por Concurso de antecedentes y oposición, un 27 mayo de 1731. Encabezó su carta, y pedido de ayuda, como Iglesia del Paraná, utilizando este nombre para el Pago de la otra banda, como se lo conocía en ese momento.

Sabemos que en nuestra toponimia local existen en abundancia nombres de origen guaranítico; y algunos otros que provienen de las lenguas charrúa, minuana, chaná, etc. Así mismo la nomenclatura geográfica entrerriana se enriquece también con términos de la toponimia histórica, abarcando tres épocas: del siglo XVI y comienzos del XVII; otra desde mediados del siglo XVII a mediados del siglo XVIII; y la tercera que comprende desde mediados del siglo XVIII hasta los inicios del siglo XIX. Así lo expresa el historiador César Blas Pérez Colman (1936) en su obra Entre Ríos Historia. 1520- 1810, tomo I (p.43)

Nos abocamos ahora a la toponimia de origen aborigen. El historiador al hablar del río Paraná nos dice que de los dos afluentes del Plata, el mayor de ellos era nombrado por los hombres de la tierra “Paranaguazú”, cuyo significado es mar grande. De pará- mar, y de guazú- grande. Otros lo consideran Para, mar, y ná, pariente, de donde la traducción sería entonces “pariente del mar”, o mucha agua. Carlos Honoré dice que “Paraná” se traduce frontera o límite, de pará, población y de ra o na, límite o señal. Para el P. Jesuita Nicolás Mastrillo Durán, significa “pariente del mar”. Paraná Miní es “Paraná Chico”. El Paraná de las Palmas, brazo del rio, le debe su nombre a Sebastián Gaboto. Proviene de la gran cantidad de palmas que encontrara en las orillas durante su viaje (1527). Cabe señalar que fue él quien nombró como Patrona del río Paraná a la Virgen del Rosario (Patrona de los navegantes).

El Prof. Rubén Bourlot y Juan Carlos Bertolini (2004) recuperan su nominación en el libro que editara el Archivo General de Entre Ríos, Índice sintético de la toponimia entrerriana. Interesa el abordaje interpretativo efectuado desde un serio estudio acerca de los orígenes y evolución de los nombres y de su apropiación por parte de la comunidad. Diremos que el topónimo, o nombre del lugar posee dos elementos, el genérico que identifica de forma general la entidad geográfica (por ej. Sierra, barrio, rio…); y el elemento específico que lo identifica de forma particular (por ej. Paraná, Ibicuy, Rosario del Tala…)

A partir de la propuesta de clasificación de los topónimos, nos referimos al que designa a Paraná, es decir a los Topónimos vinculados a los cursos del agua. Rescatamos el caso de las tierras cercanas o ribereñas de ríos y arroyos, que han sido denominadas como “costas” o “bandas”. Allí surge la antigua denominación de Paraná como Bajada de la otra banda del Paraná, la Banda del Uruguay, Costa del Vizcaíno o Costa Grande… (p. 19)

También los bordes de los ríos y arroyos son utilizados para nombrar lugares con las “barrancas” como Arroyo Barrancoso; y las prominencias costeras como Punta Gorda en la actual Diamante o Punta de Piedra, así se nombra a Paraná en el mapa de la América del Sur de Thomas Kitchin, fechado en 1787, y las “bajadas” de las barrancas hacia los ríos como el antiguo nombre de Paraná: la Bajada o el actual barrio de la ciudad denominado Bajada Grande. (p. 20)

Cuánto para aprender respecto a esta temática tan rica que nos permite desembalar la historia del entorno. Historia cargada de significativad que se nutre de las esencias, las raíces remotas. Historia que nos permite dilucidar acerca del origen de nuestra identidad compleja y esperanzadora.

Por lo expuesto, la Pastoral de Turismo y Cultura de la Catedral “Nuestra Señora del Rosario” invita a los paranaenses a conocer y reconocer los orígenes de Paraná que la llevan a cumplir sus trescientos años de vida. Fue el Decreto de creación de la Parroquia de la Baxada un 23 de octubre de 1730, la llegada de la Santísima Virgen del Rosario un 27 de agosto de 1731, y un 6 de julio de 1732 – primera nominación de Paraná-, que signan el devenir histórico. Iniciamos la década entonces. Baxada del Paraná elevada a Villa Bajo la Advocación de la Virgen del Rosario (25 de junio de 1813). Y elevada a Ciudad un 26 de Agosto del año 1826.

Ésta es una invitación a bucear por nuestra historia regional y entrerriana para recorrer el espacio que se cargó de significatividad en la síntesis de historia, geografía, ambiente y humanidad localizada.

La Historia, en especial la Historia local, regional, es una gran oportunidad para utilizar el entorno presente como plataforma para interrogar al pasado y dar sentido al futuro construyendo identidad; dando así dimensión a nuestro sentimiento de pertenencia. La Historia sirva a cada uno de todos nosotros a orientarnos en la búsqueda del significado de cada persona, de su afirmación humana a través del protagonismo personal y colectivo que como sujetos históricos les corresponde. Todo un desafío. (Urrutia, P.V.N., 2008)

En la curiosidad se halla el inicio de todo conocimiento (Salto, Víctor, 2017)

Iglesia del Paraná, y julio 6 de 1732.- Exmo. Señor Gobernador.—B. L. M. de S. E. su mejor criado y Capellán Francisco Arias Montiel.”

Fuente: Prof. Sara del Rosario Mentasti.

Bibliografía

Bourlot, Rubén I.-Bertolini, Juan Carlos (2004). Índice sintético de la toponimia entrerriana. Archivo General de Entre Ríos.

Godoy, Celia (2022).https://catolicus.com/origen-nombre-parana/

Mentasti, Sara del Rosario (2021) El 23 de octubre de 1730. La creación de la Parroquia “de la otra vanda del río Paraná” y el fenómeno mariológico en el litoral. De sembradores y cosecheros…Avances de investigación sobre la Historia de la Iglesia en Entre Ríos Siglos XVI- XX. Junta de Estudios de la Historia de la iglesia en Entre Ríos “Prof. Juan José Antonio Segura”.

Pérez Colman, César Blas (1936). Historia de Entre Ríos. 1520- 1810, T I.-

Urrutia, P.V. N. (2008). Aprendizajes con sentido: enseñanza de la Historia basada en la vinculación del contenido con el entorno local ¿Desafío o realidad? Reseñas de la Enseñanza de la Historia, 6, 13- 27.