Reforma Laboral: Una Mirada desde la Dirigencia Empresarial
En medio del intenso debate sobre las reformas al régimen laboral propuestas por el DNU 70/2023, actualmente en evaluación en el Congreso Nacional argentino, quiero expresar mi respaldo a esta iniciativa.
Autor del texto: Marcelo Quiroga – Dirigente Empresarial Paranaense.
En nuestra nación, la demanda imperante de inclusión social es urgente. No se logra con la distribución de subsidios y prebenda, se aboga por la promoción de la producción y el empleo como clave fundamental. Considero que, para estimular la creación de empleo y la actividad productiva, es esencial contar con empresas sólidas y dinámicas.
Como dirigente empresarial comprometido con el desarrollo económico y el fortalecimiento del tejido empresarial, encuentro sólidos fundamentos para respaldar esta propuesta, la cual considero crucial para la prosperidad económica y el empleo en Argentina.
Creo firmemente que, mediante la reconocida flexibilización del mercado laboral, las empresas podrán contratar trabajadores con mayor agilidad, abriendo así nuevas oportunidades de empleo en nuestro país.
Además, destaco el potencial aumento en la productividad que la reforma laboral podría brindar. La flexibilidad propuesta permitiría a las empresas organizar de manera más eficiente y adaptable su fuerza laboral, ajustándose a las cambiantes necesidades del mercado, y reduciendo de la informalidad laboral. Al hacer más atractiva la contratación de trabajadores formales para las empresas, creo que contribuiremos significativamente a disminuir la informalidad laboral en Argentina.
Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las pymes en la provincia de Entre Ríos han creado el 70% de los puestos de trabajo en el sector privado entre 2013 y 2022.
Desde la dirigencia gremial empresarial, especialmente aquella que representa a las PYMES, hemos estado solicitando ajustes y actualizaciones al actual marco laboral durante varias décadas. Estas adaptaciones son cada vez más imprescindibles a medida que avanzamos en el tiempo, enfrentando un mercado más desafiante, cambiante y complejo, así como la necesidad de comprender y abordar las nuevas dinámicas en las relaciones laborales entre individuos con pensamientos, filosofías y necesidades distintas a las de generaciones pasadas.
Desafortunadamente, la política en nuestro país no ha respondido adecuadamente a las circunstancias, convirtiendo al actual marco laboral en algo intocable, sin posibilidad de cuestionamiento, bajo la amenaza de ser etiquetado como un promotor irrespetuoso de la explotación laboral. Este enfoque ha tenido consecuencias negativas: en los últimos 12 años, solo el 7,2% de los nuevos empleos se generaron en el sector privado asalariado, y la cifra total apenas supera los 6,5 millones, una cantidad prácticamente igual a la registrada a finales de los años 70, cuando la población era un 45% menor que la actual.
Además, es preocupante situación de los juicios laborales en Entre Ríos. Los costos económicos significativos, la incertidumbre y la preocupación generada en los empresarios, así como el daño a la reputación de las pymes, son consecuencias directas de estos litigios, y la sufrimos todos los días.
Es urgente modernizar la ley laboral argentina para mantener la competitividad en el mercado global. Reconozco que, de no aprobarse las reformas propuestas, podríamos enfrentar dificultades para competir con naciones que cuentan con leyes laborales más modernas y actualizadas a los tiempos que corren, sino, además, nuestra sociedad cada día se verá con mayor dificultad para insertarse al mercado laboral.
En conclusión, reconozco la complejidad del tema y la diversidad de opiniones, enfatizando la importancia de analizar cuidadosamente los argumentos a favor y en contra de la reforma laboral antes de tomar decisiones cruciales para el futuro de nuestro país, pero la modernización laboral es imperativa y urgente.