A pesar de todo, Renzo fue feliz!

Debía ser una fiesta pero termino en un escándalo. A pesar de todo Renzo estuvo en «El Monumental», sintió lo que es estar en una tribuna con miles de personas haciendo vibrar el estadio y el fue feliz.

Renzo, el niño que se hizo famoso en todo el mundo por intentar vender sus juguetes para ir a ver el superclasico, pudo cumplir su sueño, a pesar de la suspensión del partido y de los hechos de violencia.

Una frase que repite su madre Carolina, en una nota exclusiva para PHM, es «Renzo esta Feliz». Es que fueron atendidos como toda una personalidad. «Lo cuidaron como a un jugador prácticamente» expresa la mama.

El niño quedo totalmente satisfecho con la experiencia. Desde la llegada, la gente del Canal América los fueron a esperar a la terminal y los llevaron hasta el estadio de River Plate. Clara, la hija de Donofrio y  la Directora de la Fundación River Plate «se portaron excelente y el recibimiento que tuvo Renzo de los hinchas, ahí dentro del estadio, fue impresionante, lo saludaban, lo felicitaban…». «No tengo palabras para describir todo.  Todo estuvo muy bien.»

«El sábado llegamos perfecto al estadio, no hubo un inconveniente, entramos sin ningún problema y teníamos muy buenas ubicaciones».

Consultada sobre como vivió el momento de la suspensión y la salida nos cuenta: «A la salida nosotros no tuvimos mucho contacto con todo lo que sucedió. Si vimos una sola corrida pero la policía enseguida nos resguardo hasta que se liberaron alguna zona y allí nos escoltó hasta que tomamos un taxi. Ese mismo día ya emprendimos el retorno a Paraná ya que teníamos pasaje para el sábado a la noche»

Carolina luego nos contó como vivió Renzo todo el tema de la violencia en la previa del partido de su vida: «Renzo me preguntó que por qué pasan esas cosas. El no puso demasiada resistencia para salir de la cancha ya que tuvo una buena previa con los hinchas, canto, sintió el estadio vibrar cuando cuando cantan, y bueno, le explique qué cuando uno hace las cosas mal después a veces hay consecuencias, a veces esas consecuencias no gustan e involucran a muchas personas que no tenemos nada que ver, que él fútbol a veces tiene esas cosas, pero todos tenemos que seguir creciendo y seguir aprendiendo para el día de mañana no actuar como como ese grupo de gente que hizo está mal».

Su madre nos sigue repitiendo: «Él está feliz!» y agrega: «Lo último que pasó, si bien se asustó un poco, prefiere no acordarse, porque él ya está, ya ganó.»

Finalmente sobre su experiencia personal expresa: «Como madre la experiencia fue inigualable, si un poco de temor por supuesto a la salida como cualquier padre que puede llevar a su hijo a la cancha, pero creo que el futuro es el semillero de nuestros niños y si nosotros no damos el ejemplo como sociedad, no vamos a llegar muy lejos si esto no va a cambiar y queda en manos de esos pocos, que generalmente son dos que arruina estos momentos maravillosos.»

No hubo fútbol, pero Renzo es un niño feliz que en su inocencia aun puede disfrutar de solo una tribuna repleta aunque no haya visto ni un jugador de fútbol. Difícilmente recuerde las corridas, la policía, las piedras… El solo recordara que estuvo en la cancha de River y sintió la pasión en carne propia…