Porque el Hospital del Bicentenario se llama Dra. Teresa Ratto?

El periodista Jorge Riani responde esta pregunta que muchos paranaenses nos hacemos y muchos otros no llegan a hacérsela, porque, para la mayoría, es solo «el hospital del bicentenario» o «el hospital nuevo».

«Diría que casi nadie tenía noticias de Teresa Ratto en Paraná y no sólo algunos funcionarios de Salud. A la historia de esta mujer entrerriana la conocimos por los relatos de amigos de Concepción del Uruguay, que fue el punto de partida para luego estudiar el legado histórico que dejó. Fue el inicio que terminó con la crónica en «Entre Ríos Secreta». A la doctora Ratto la conocimos bien por la tarea de Laura Erpen y Américo Yuarman, por ejemplo. Lo que valoro de las autoridades es que hayan puesto el nombre de homenaje a esta gran mujer, Teresa Ratto, que tuvo una vida inspiradora y una muerte temprana.
En sus 29 años de vida dejó muchas enseñanzas. Peleó contra un status quo de su tiempo que relegaba a las mujeres, enfrentó a los varones de sus años, libró una batalla sin cuartel contra la tiranía de la burocracia y las “buenas costumbres”, desoyó o en todo caso se sobrepuso a prácticas que luego llamamos bullying. Y como consecuencia de todo eso fue la primera médica de Entre Ríos. Egresó de la Universidad de Buenos Aires con el título de «doctora en Medicina». Fue una temprana luchadora por los derechos de la mujer, el reformismo universitario, la salud pública.
Tuvo una vida de novela.
En cualquier caso celebro coincidir con el ministro Carlos Ramos en la importancia de ponerle el nombre de Teresa Ratto (no es María, como lo ponen en la página del gobierno) al nuevo hospital de Paraná. Con Ramos discutimos ideas en torno a notas que he escrito en la revista Análisis –notas críticas con la gestión provincial, por cierto–. Y también hablamos largo sobre lo que escribí del hospital y la empresa del Estado que estará detrás del nosocomio. Fue en ese marco en que surgió la idea del nombre. Y celebro la amplitud para evaluarlo que tuvo el ministro y haya sublimado las diferencias, respetuosas diferencias, que tenemos en torno a otros temas. A esta historia del nombre de Teresa Ratto nunca la escribí y tiene muchos matices. Pero sí es cierto que la conté en la Escuela Normal ante los alumnos y docentes que me invitaron una mañana a hablar.

Lo bueno es que Teresa Ratto tiene su homenaje.»