Los acusados del crimen del contador cumplirán prisión preventiva en un penal

Un juez de Paraná resolvió hoy que los cuatro detenidos como acusados del crimen del contador Gonzalo Calleja, hallado asesinado en un campo de esa ciudad entrerriana, cumplan los 45 días de prisión preventiva que les impusieron en la Unidad Penal 1 y no en sus domicilios.

Fuentes judiciales informaron que el juez Rafael Cotorruelo hizo lugar así a la apelación planteada ayer por el fiscal de la causa, Santiago Alfieri, contra la posibilidad de que los acusados Ezequiel David Morato, Alberto Enrique Osuna, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman puedan quedar bajo arresto domiciliario una vez que se contara con dispositivos de monitoreo.

Para Cotorruelo existe riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigación y también tuvo en cuenta que «la mera lectura del hecho torna aceptable la calificación» de la carátula, que es «homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado» y prevé prisión perpetua.

El juez consideró que «la investigación lleva solo días y es un hecho complejo», pero que el fiscal «logró construir un piso mínimo de elementos suficientes y racionales» para establecer el hecho y la vinculación de los acusados.

Además, sostuvo que «no posee los vicios que expusieron» las defensas de los imputados, quienes tampoco «logran establecer ni la improbabilidad del hecho ni de la vinculación» de sus defendidos.

Respecto al peligro de fuga, el juez lo fundamentó en que los acusados «cuentan con por lo menos 15.000 dólares y con eso no solo pueden fugarse sino también mantener la clandestinidad».

También recordó que los acusados poseen «medidas cautelares y/o condenas» por otros hechos y que ahora se ven «involucrados, más allá de que tenían que estar en su domicilio, en un nuevo hecho grave».

En cuanto al entorpecimiento, su decisión se basa en que «pueden intimidar a los testigos, a los que hay que protegerlos ya que no han declarado aún».

Según la imputación fiscal, los cuatro ahora detenidos «mantuvieron cautiva una persona (Calleja) por un lapso importante de tiempo, en ese domicilio se cometió el homicidio probablemente, y es un domicilio donde se estaba cumpliendo un arresto domiciliario», recordó Cotorruelo.

«Cómo voy a devolver a estas personas a la misma condición y al mismo domicilio donde probablemente cometieron el hecho», agregó.

Por ello «resulta inidónea y no están dadas las condiciones para la prisión domiciliaria incluso con dispositivo electrónico», dijo.

Calleja dejó de comunicarse con su familia la tarde del pasado miércoles 14 de julio, cuando fue capturado por las personas que finalmente lo mataron, de acuerdo a la pesquisa.

Su cuerpo asfixiado fue hallado al día siguiente en un campo ubicado a casi 8 kilómetros de donde estaba su auto Ford Fiesta, en cuya guantera había más de 9.500 dólares.

Anoche, el fiscal Alfieri remarcó que se trata de una investigación «compleja» debido a «la duración del hecho, con privación de la libertad, sustracción de elementos de valor y por las circunstancias que produjeron la muerte».

Alfieri recordó que el cuerpo fue hallado un día después de su desaparición, «entre forestación, despojado de sus elementos de valor, y a gran distancia de su auto» y que la autopsia «concreta la existencia de asfixia en todos los órganos vitales».

El fiscal agregó que entre los testimonios recabados la última semana se pudo determinar que la víctima «iba a cambiar 12.000 dólares y luego iba a hacer otra transacción en otra zona por 500 dólares».

Fuente: Télam.