La plaza que quedó chica

Este domingo 24 de septiembre se inaugurará la tan esperada “puesta en valor de la Plaza Mujeres Entrerrianas”, en el corazón de lo que fue el predio del ex Hipódromo Almafuerte.

Por: Prof. Leonardo Dittrich.

La obra, que comenzó en julio del año pasado, tenía un tiempo estimado de 9 meses, pero se estiró 5 más. Su inauguración coincide con el calendario electoral. Coincidencias, ¿no?.

La famosa plaza albergará juegos para nuestros gurises, aparatos para ejercicios al aire libre, bancos, abundante sombra, baños públicos (tan necesarios), entre otras comodidades que serán utilizadas y disfrutadas por la ciudadanía paranaense.

Pero la plaza queda chica. Las manzanas que la rodean son ocupadas con igual o más cantidad de personas para diferentes prácticas: tomar mates, hacer actividad física, pasear a sus mascotas, jugar a la pelota, etcétera. Y aquí radica el problema: la mayoría de los paranaenses aprovechan de todo el predio del que fuera el extinto campo hípico de la ciudad. Inconscientemente y por necesidad de esparcimiento exceden los límites de la plaza y usan terrenos que catastral y legalmente son privados.

División de las tierras del ex hipódromo

Esto no es una novedad. Un rápido rastreo por la web arroja que han surgido distintas iniciativas de parte de quienes formaron parte del poder legislativo local y del ejecutivo municipal, cuando este cargo era del intendente Sergio Varisco, de expropiar la manzana central, que es la más grande de todas. El objetivo era cambiar su destino y reconvertirla en un gran parque público y pulmón verde urbano, que tanto necesita Paraná.

Recordemos que esta manzana es propiedad de un grupo inversor que pretendía construir allí un shopping-hipermercado, del cual solamente se concretó el cerco perimetral, hoy casi inexistente.

Además, es importante recalcar que la Organización Mundial de la Salud recomienda de 10 a 15 m2 de espacios verdes por habitante como espacio mínimo para un óptimo desarrollo personal, distribuidos equitativamente en relación a la densidad de población, cosa que en Paraná estamos lejos.

Una investigación de la UNER, arrojó que en nuestra ciudad “el índice de espacios verdes públicos (posibles de apropiación física de parte de los ciudadanos) dio como resultado 8,33 m2 de superficie verde por habitante (para 258.376 habitantes según censo nacional de población 2010). Es decir, por debajo de los umbrales recomendados. Si a eso le sumamos la concentración de los grandes parques en la zona de la ribera del Paraná y el aumento poblacional constante, el panorama es más desalentador.

Por ello, no debemos dejar pasar más tiempo. Urge la necesidad de ampliar la cantidad de metros de espacio verde público. La sociedad lo demanda, la historia nos pasará facturas si no lo hacemos.