Falleció Ana María Lahitte, dueña de Botolín y madre de Maju Lozano

“Ahora si mamita a bailar en paz, te amo con toda mi alma”, con esta frase y un video de su madre bailando, Maju Lozano confirmó el deceso de quien fuera la dueña de la tradicional mercería de Paraná, Botolín, Ana María Lahitte.

A los 83 años falleció este lunes Ana María Lahitte, quien se encontraba internada a raíz de un cuadro muy delicado de salud. La dueña de la tradicional mercería de la capital entrerriana “Botolín”, ubicada a pocos pasos del Teatro 3 de Febrero.

El deceso fue confirmado por su hija, la conductora Maju Lozano, quien se encontraba desde hacía varios días en Paraná acompañando a su madre.

En una historia de Instagram, publicó un video donde se ve a Ana María bailando, una de sus grandes pasiones, y la frase “Ahora si mamita a bailar en paz, te amo con toda mi alma”.

Lozano, que se ganó un lugar en la televisión nacional, también había publicado días atrás un emotivo y fuerte texto en las redes sociales dando cuenta del complicado momento familiar que estaba viviendo.

Bajo el título «¡Pensamiento con mi amada madre!», la conductora escribió:

«La vida es una gran sala de espera. Vivimos esperando que nos toque el turno… el turno del amor, del desamor, del trabajo, del descanso, del fin de semana, del feriado, del almuerzo, de los amigos, los enemigos…», comenzó expresando la presentadora de Todas las tardes.

«Esperamos y desesperamos y esperamos sin esperar nada. Y así la vida y así la muerte. En estos momentos me encuentro en la sala de espera más dura que me ha tocado esperar. Estoy acá con mi madre a mi lado esperando la muerte, su muerte que es también, un poco la mía», continuó.

«No es una espera como la esperaba, no es tan cruda como la pensé… por momentos es insoportable y enloquecedora y por momentos huele a paz y a ternura. ¡¡Estoy sola recostada a su lado, esperé mucho este momento, estaba abrumada con tanta gente velándola en vida!!», aseguró Maju, visiblemente conmovida.

Y describió: «Ansiaba estar a solas con ella. Escucho su respiración que por momentos se detiene y son segundos de inmensa incertidumbre y un poco también mi respiración se detiene y es una pausa eterna y volvemos a arrancar».

Entonces, la conductora contó la escena que tenía frente a sus ojos: «El goteo de la morfina cae lentamente y el monitoreo hace un juego de luces que creo me encanta, hay algo en el ritmo de ese goteo, las luces y la respiración de mi madre que me resultan fascinantes. Van a ritmo y eso me gusta, me gusta lo que sucede en el silencio de esta espera».

Fuente: ElOnce.com