Emotivo rescate de las crías de una comadreja que parió y murió

Sucedió el fin de semana en predio de la II Brigada Aérea Paraná.

La Brigada Prevención Delitos Rurales Paraná asistió al llamado de Maisa Santos, integrante de la Fuerza Aérea Argentina que se desempeña en el área de Sanidad de la Segunda Brigada Aérea con asiento en la ciudad de Paraná, en dicha comunicación esta femenina alertaba de la presencia de una comadreja con sus crías y que la misma podía estar lastimada por los perros.

Ante dicha circunstancia personal especializado asistió al lugar, munido se los elementos mínimos, básicos y necesarios para proceder a la captura y puesta en resguardo del marsupial sin poner en riesgo su integridad y la de los agentes.

Presentes en un predio lindante a la Sección Sanidad, se corrobora la presencia de la comadreja Mora (Didelphis albiventris) llamada comúnmente zarigüeya, la que ya se encontraba muerta, junto a ella, se podía ver a simple vista, alimentándose, es decir, mamando, varia de sus crías.

De inmediato se toma la determinación de cargar el animal junto a sus crías en una jaula dentraslado para ponerlos a resguardo, momentos mas tarde, los recién nacidos, fueron retirados de su madre cuidadosamente, procurando no lastimarlos ni causar un mal mayor.

Los mismos fueron entregados y están siendo criados con mucho amor afecto y cariño, por Patricia Díaz Caro, una ciudadana de la ciudad de Paraná, amante de la fauna y Flora autóctona, que sin ningún tipo de interés y totalmente ad honorem realiza esta labor desinteresadamente y con el único fin u objetivo de aportar un granito de arena a nuestro ecosistema.

Ella los alimenta con leche específica, periódicamente y hasta 6 veces por día, toma sus temperaturas y los introduce en una bolsa como las que poseen todos los marsupiales, aunque estas no tienen un verdadero marsupio (la bolsa) sino una especie de pliegue donde se ubican las crías y pasan gran parte de sus días, en esta etapa de su vida.

Muchas preguntas giran en torno a estos marsupiales, que atemorizan. “Hay que partir de la base de que se trata de un animal que no transmite enfermedades importantes para el hombre, otro punto: no hay riesgo de que muerda. La comadreja abre la boca, muestra los dientes, resopla y gruñe cuando se siente amenazada pero, aunque puede tirar algún mordisco, se indica que no lo hará; es inofensiva. No obstante, no hay que acercarse; no deja de ser un animal salvaje.

”Matar una comadreja es un despropósito”, ya que si aparece una, hay que tener en cuenta que no habrá más, puesto que son animales solitarios. En la ciudad, en general, se esconden en los techos y chimeneas. Se debe llamar para que la capturen y la liberen en el campo.