Amaro Villanueva: El que nos enseño a cebar mate

José Napoleón Amaro Villanueva nace el 13 de septiembre de 1900, en Gualeguay. Reconocido poeta, narrador, ensayista, periodista y fundador de la Academia Porteña del Lunfardo. Su obra más recordada “El mate, el arte de cebar y su lenguaje”. Fallece en Buenos Aires el 5 de agosto de 1969.

Nació en la ciudad de Gualeguay el 13 de septiembre de 1900, y falleció en la ciudad de Buenos Aires el 5 de agosto de 1969.Estudió en su ciudad natal hasta recibirse de maestro, por 1920, época en que se conoce con su “cogualeyo” Juan L. Ortiz en la Biblioteca Popular “Bartolomé Mitre”. Luego dejó cumplido el bachillerato para poder inscribirse en medicina, en Rosario, adonde se trasladó en 1922. Pero después de uno o dos años dejó esos estudios y más tarde se trasladó a Paraná, donde se empleó en Vialidad Nacional y continuó el periodismo que ya ejercía en Rosario, en  “El Diario” de la capital entrerriana, donde dirigió la página literaria confiriéndole su más brillante época. Durante un tiempo ejerció también la docencia en una escuela nocturna.

Perfectamente imbuido del sentido nacional de la literatura y del alcance y situación del concepto de lo gauchesco, polemizó desde “Orientación”, en cuatro memorables artículos, contra lo publicado por Ezequiel Martínez Estrada, para rebatir conceptos sobre “folklore”, “poesía gauchesca y culta”, el “sentido negativo del cuchillo de Martín fierro” y lo “gauchesco-ancilar…”

Al respeto dijo Luis Gudiño Kramer, que “estos artículos contienen un verdadero curso sobre literatura nacional y principalmente sobre la llamada poesía gauchesca. Establece Villanueva sus orígenes, sus antecedentes, sus relaciones con el ámbito social, su carácter popular y su importancia y valores culturales. Creemos que como lección de literatura revolucionaria estos artículos sólo tienen parangón con los de Juan María Gutiérrez cuando funda su renuncia a la Real Academia Española. Existe la misma raíz nacional en ambos escritores, el mismo valor y parecida claridad mental para romper un cerco tan tupido de prejuicios y de reglas mal llamadas cultas y que tanto pesan en el ánimo y en el pensamiento del escritor argentino y con más razón si éste es provinciano y no está dispuesto a servir a sus enemigos naturales.Se le ha reconocido ironía, humorismo, gracia, auténtica originalidad, y la introducción de temas poco frecuentados en la poesía: populares, simpáticos, cotidianos.

Ensayista excepcional para percibir las intenciones más profundas y hasta infijables de las expresiones del idioma. Aun allí donde el significado escondido de lo que se dice no es claramente uno sino varios, y más complicado todavía en los casos regionales, zonales o de grupos humanos; pues el idioma en general, siendo el mismo en todas partes, es diferente sin embargo según la forma o modo de combinar sus elementos, hecho que torna sola las intenciones de los significados y lo vuelve dialecto chasqueante para quien no conoce su clave, pues, no obstante entender lo que se dice, no percibe el exacto sentido o intención de lo que se dice, y muchos menos si lo que se dice contiene el juego de la especulación, es decir, el estar o no estar en uno u otro significado de lo que se dice, según convenga al juego del momento. 

Entre sus obras podemos destacar: “Mate-exposición de la técnica de cebar”, “Crítica y Pico”, “El ombú y la civilización”, “Garibaldi en Entre Ríos”, “El mate – Arte de cebar” y “El mate”.

Fuente: Arozena, Hugo. Enciclopedia de Entre Ríos,  Literatura, Tomo VI, Paraná, 1979.-