Zapp, la familia argentina que viajó 22 años en auto por el mundo están en Paraná

El 25 de enero de 2000, Herman Zapp y su esposa, Candelaria Choveta, emprendieron una soñada y arriesgada travesía a bordo de su fiel auto Graham Paige modelo 1929 con ruedas de madera y en el camino la familia se fue agrandando. Mañana, Miércoles 24, charla gratuita en La Vieja Usina a las 19 hs.

Más allá del amor que nació entre ambos cuando eran unos chiquilines y fruto del cual se casaron y tuvieron cuatro hijos a Herman Zapp y a su esposa, Candelaria Chovet, los une una gran pasión: viajar por el mundo a bordo de su indestructible auto Graham-Paige modelo 1928, con ruedas de madera.

Así, tras recorrer la Argentina de punta a punta durante dos años, el 25 de enero de 2000, y con tan solo 3.000 euros y su viejo auto cargado de sueños, partieron hacia Alaska en un viaje que si bien tenían pensado realizar en 6 meses les terminó demandando tres años, durante los cuales nació su primer hijo, Pampa, en Carolina del Sur, Estados Unidos.

“Pensábamos que el viaje nos iba a llevar seis meses y volver a la Argentina para empezar a agrandar la familia porque viajar con chicos es complicado. Pero en una noche de amor apasionado pasó lo hermoso que nos pasó que fue tener a nuestro primer hijo al que bautizamos Pampa y a partir de ahí la familia se fue agrandando cada vez más”, comenta Herman.

Si bien la llegada de Pampa les trastocó los planes previstos, tras volver a la Argentina en el años 2004 para el nacimiento de su segundo hijo Tehue, decidieron continuar con su viaje por el mundo y tras pasar por Estados Unidos y Canadá, donde nació Paloma, su única hija mujer y la cantante de la familia, llegaron a Australia, país al recorrieron de punta a punta y en el que en 2009, nació su cuarto y último hijo, Wallaby, que los obligó a tener que ampliar el interior del auto para que todos pudieran viajar lo más cómodo posible.

Los Zapp: una familia de apasionados viajantes

Desde Australia pasaron a Nueva Zelanda y, de ahí a Asia, donde, entre 2010 y 2012, visitaron China, Filipinas, India, Japón y Tailandia, para, entre 2012 y 2015 viajar por continente africano, en lo que fue la más larga y complicada etapa de todo su viaje a lo largo del mundo ya que Herman contrajo malaria.

“Nos asustamos mucho porque estábamos en un país totalmente diferente al nuestro y con un lenguaje totalmente desconocido para nosotros, pero por suerte me pude reponer y con el aval de toda la familia decidimos seguir adelante con nuestro sueño”, cuenta Herman.

Claro que además de los numerosos obstáculos que se le presentaban a diario, el mayor problema de esta familia viajera argentina era el tema económico, ya que el viaje les demandaba muchísimo dinero.

Pero su interminable ingenio argento siempre los ayudó a salir adelante. “En cada lugar que parábamos la gente se nos acercaba porque les llamaba la atención nuestro auto viejo con ruedas de manera y nos preguntaban de dónde éramos, y cuando les decíamos que éramos argentinos, nos decían Messi, Messi, y ahí aprovechábamos para venderles mis pinturas de pajaritos encuadradas en madera, unos almanaques con fotos del viaje que nos habían regalado en Ecuador y nuestro libro ´ Atrapa tu sueño´ que editamos en 2004, tras el nacimiento de Tehue”, recuerda Candelaria.

Superada la malaria, los Zapp dieron por concluido su viaje por África y decidieron continuar su periplo por Egipto, donde quedaron cautivados por sus milenarias pirámides. De allí viajaron hasta Oriente Próximo, Turquía y, entre 2015 y 2019, recorrieron distintos países de Europa.

El tramo final de la gran odisea de los Zapp

Finalmente, a principios de 2019, decidieron emprender lentamente el viaje de regreso a la Argentina por lo que bajaron a Brasil desde la Guayana Francesa y, tras disfrutar del Carnaval de Río de Janeiro se trasladaron a San Pablo, donde la pandemia del coronavirus no les permitió regresar a la Argentina para festejar los 49 años de Candelaria, en el mes de mayo, tal cual lo tenían pensado.

“Pasamos 22 años inolvidables a bordo de nuestro fiel Graham-Paige modelo 1928 que si bien se nos rompió por primera vez apenas hicimos los primeros 55 kilómetros rumbo a Alaska se bancó las mil y una, como toda la familia”, comenta Herman antes de alentar a todos a imitar el ejemplo de su familia.

“Solo cumplimos el sueño de viajar por el mundo gracias a las personas maravillosas que conocimos. Vivir en diferentes lugares nos permitió aprender lo mejor de cada cultura y de cada persona. Queremos que nuestros hijos sepan que el mundo es suyo. Solo es cuestión de animarse a atrapar los sueños y hacerlos realidad”, concluyó el jefe de la que, sin duda alguna, es la familia más aventurera de la Argentina y, tal vez, del mundo entero.

Fuente: Weekend.