Peligra la cosecha de soja y la siembra de trigo por la falta de gasoil

Los productores hacen peripecias para conseguir combustible en tiempos de siembra y cosecha en toda la provincia. En Hasenkamp no hubo gasoil por espacio de tres días.

Un día de trabajo sumando trilla, siembra y transporte a puerto del grano demanda unos mil litros. Con suerte se consigue entre 100 y 300 litros. Los precios varían desde 130 hasta 180 pesos. Preocupación en el sector por la baja en los cupos para las estaciones de servicio. Los camioneros no se animan a tomar fletes que pasen los 300 kilómetros por temor a quedarse varados en la ruta sin combustible.

Matías Martiarena, Vicepresidente de Federación Agraria en la provincia, manifestó que desde la entidad que nuclea a los pequeños y medianos productores ven con ”profunda preocupación la situación, dado que el gasoil para el productor es como la sangre para el cuerpo. Sin el mismo no se puede mover la maquinaria, todo el andamiaje que significa poner en marcha el agro en una altura del año que es clave. Los transportistas no saben qué hacer porque les cargan 80 o 100 litros que es para unos pocos kilómetros; mientras que al productor le cargan entre 100 y 500 litros con tarifas de todo tipo, tornándose muy complejo producir de esa forma. Vemos con mucha preocupación una situación que parece no tener visos de solución con un Ministro de Energía que brilla por su ausencia. No ha efectuado una sola declaración que nos dé, al menos, una certeza de que este grave problema se solucione”. Indicó que ”por un lado nos exigen que hagamos la liquidez de dólares en donde le ponemos al bruto interno más del 70% de los dólares de este país; mientras que por el otro lado no nos dan los insumos necesarios para que esas divisas lleguen”.

Ariel Svemer productor de Hasenkamp, actualmente en la filial de Solar Este de Federación Agraria, señaló que ”reina la incertidumbre y cada día que pasa aumenta la preocupación al no saber si vamos a contar con gasoil”. Contó que en ”Hasenkamp tuvimos tres días sin un insumo clave para echar a andar la maquinaria”. Agregó que a ”esta altura del año en que se junta la trilla de soja que en esta temporada se alargó por cuestiones– primero sequía y después lluvia- en la temporada”.

Contó que en ”una jornada en la que hay que trillar con las demoras que tenemos ahora por la excesiva humedad, sembrar y mandar granos a puerto, un productor mediano demanda mil litros y con muchísima suerte conseguimos, cuando hay, entre 100 y 500 litros, genera un combo muy preocupante. Tenemos ventanas de siembra para cosechar y sembrar que se deben respetar y con esta situación es muy complicado poder hacerlo”.

”Un tractor gasta, promedio, entre 15 a 20 litros por hora, un camión más de 30 litros en los 100 km y una cosechadora alrededor de los 400 litros en una jornada”.

Comentó que los precios varían en las estaciones y que suelen ”formarse colas de dos o tres horas cuando sabemos que hay combustible, aunque eso no garantiza que cuando llegue el turno no haya más, como le ha pasado a más de un productor o transportista”.

Dijo que los precios varían entre ”130 y 160 pesos, pero están aquellos que lo venden a 180 o 190 y se puede conseguir un volumen importante”.

Como lo manifiesta el productor, faltante de combustible no hay, más allá de que hayan restringido el cupo a las estaciones y que el camión en vez de llegar cada día por medio, lo hace cada tres o cuatro y con una menor carga. La producción en todas sus escalas se las ve en figurillas para planificar labores de trilla, siembra y transporte.