Paraná Come, la vidriera de la tentación que creció 30% en cuarentena

La cuenta de Instagram hoy brinda cobijo a más de 100 locales gastronómicos que necesitan ayuda para vender en tiempos de coronavirus.

En medio de la pandemia, las plataformas virtuales se potenciaron de manera exponencial para dar sustento a comercios y servicios afectados por la paralización total o parcial de sus actividades. En ese abanico de posibilidades, las redes sociales se coronaron como el ágora del siglo XXI, porque allí confluyen los más diversos públicos y se producen, entre otras cosas, transacciones comerciales online.

Instagram sigue siendo la vedette del momento, por ser el espacio elegido por la mayoría de los negocios para mostrar sus productos y servicios. Pero dentro de los rubros en crisis, allí toma mayor dimensión la gastronomía, que paradójicamente está jaqueada por la imposibilidad de abrir las puertas a sus clientes y, a su vez, ofrece una alternativa laboral a quienes perdieron sus fuentes de ingresos.

A nivel local, el salto lo dio Paraná Come, la cuenta de Instagram que se convirtió en la vidriera de la tentación de la ciudad, al promocionar exquisitas hamburguesas, papas fritas con cheddar, carnes, postres dulces y tortas, entre muchas otras ofertas que irrumpieron ante la crisis. Si bien esta red de recomendaciones ganó terreno previo a la pandemia, la cuarentena terminó de posicionar a la marca como una opción de ventas para un 85% de seguidores locales.

Crecimiento

Beto Magliocchini es el impulsor de esta plataforma que promociona hoy en día a más de 100 locales y emprendimientos gastronómicos de la capital provincial, incluidas las grandes cadenas de fast food. En diálogo con DOS FLORINES, el joven aseguró que la cantidad de seguidores creció aproximadamente un 30% durante el confinamiento y que, incluso, a sus redes golpearon la puerta infinidad de nuevos negocios que salieron a la pesca de alternativas para sobrevivir.

“Creció porque muchos vieron lo que hacen otros emprendedores y cada vez confían más en lo que yo ofrezco, que es un producto que llega netamente a la gente de Paraná. Tengo seguidores reales que buscan comida”, sostuvo, y precisó que antes del 20 de marzo la cuenta era seguida por poco más de 20 mil seguidores y “desde el inicio de la pandemia hasta ahora, se sumaron más de 6.000 personas, un 30% más de los que había”.

Para Magliocchini, ayudaron también al crecimiento las transmisiones en vivo, por el feedback en tiempo real que posibilita esta herramienta. “A partir de los vivos vieron una parte más humana y se acercaron muchos más. Entonces, cuando alguien ve Paraná Come, ve un montón de cosas atractivas, un paquete de cosas y no una sola unidad”, señaló.

Estrategia

La estrategia de Paraná Come apunta a brindar un acompañamiento a toda la gastronomía local a través de un acuerdo por publicidad, aunque son alrededor de 20 los emprendedores asociados. De todos modos, según el joven, su adaptación está dada no tanto por lo que la plataforma ofrece sino por la necesidad de estos clientes. “Lo que buscan es lo que les interesa: primero, más exposición; después, más seguidores; y tercero, mostrar sus productos y ofertas”, puntualizó.

Evidentemente, el aumento de los niveles de desempleo y la caída de los ingresos obligaron a muchas familias a buscar un sustento y esto también amplió el horizonte de alcance de la cuenta de Instagram. “Muchos nuevos comercios se han acercado para que les dé una mano. A partir de la pandemia, muchos se están iniciando en el la parte gastronómica porque creen que les resulta empezar a vender. Eso se nota, más que nada de postres”, confirmó.

Por otro lado, ratificó que las publicaciones son exclusivamente de gastronomía, aunque admitió que en las transmisiones en vivo sí acepta regalos de otros rubros. Incluso, sobre esta estrategia publicitaria, también reconoció que está virando poco a poco hacia YouTube por la posibilidad de alcance y de flujo de comentarios al mismo tiempo, sin filtros. “El vivo es un divertimento, hay de todo un poco”, acotó.

Eventos

El impulso de Paraná Come era previo a la pandemia y había logrado en poco tiempo una movida inédita para la ciudad, con la realización de eventos al aire libre. El potencial emprendedor mostró en más de una oportunidad otra cara, incluso en asociación con el mismo Estado que lo tomó de la mano para dar un giro al perfil de los espacios públicos.

No obstante, la cuarentena echó por la borda momentáneamente estos proyectos, a la espera de que los protocolos sanitarios lo permitan. “Teníamos un evento planeado para abril, era la cuarta edición. Significó no poder realizarlo, frenar y no poder mostrar una cantidad enorme de emprendedores”, manifestó a DOS FLORINES.

De todos modos, Magliocchini entiende que hay otro lado para ver en esta situación. “A la pandemia me la tomo como una persona que piensa en positivo, que va a pasar y cuando termine se va a realizar. Para mí, no pasa nada; no lo dramatizo. Lo veo como algo que todos tenemos que pasar y que, cuando se haga, va a ser una fiesta espectacular”, sostuvo.

La escalera de Paraná Come

Beto Magliocchini explicó a DOS FLORINES en qué consiste la “escalera de tres escalones” que desarrolló para analizar cuál es el perfil de los comercios locales en tiempos difíciles de coronavirus. La misma está sectorizada según sus niveles de ventas:

a) En la parte más alta están los que “venden por encima de las 200 unidades por día”; b) en el escalón del medio “hay una cantidad enorme de negocios que venden entre 50 y 100 unidades”; c) y en el escalón más bajo “están los que sobreviven y venden entre 20 y 40 unidades”.

Respecto de los saltos entre niveles y unidades, aclaró que son estimaciones relativas conforme a que en la realidad la diferencia no la marca una o dos ventas. Además, distinguió: “Esos tres escalones están muy marcados. El más alto lo lideran cinco negocios de acá. Después, los que ganan algún dinero están en el medio y los que salvan los gastos están abajo”.

Fuente DOS FLORINES / Nahuel Amore