Mi recuerdo de “Los Arenales”

Por Daniel Chaparro

Muchos jóvenes no podrán tomar dimensión de lo que significo para la vida de Paraná, Los Arenales. Seria como hoy perder El Municipal o el Thompson. Por eso el perderlo, como se perdió, duele a la memoria de lo mucho que se disfruto, en otras épocas.

Foto de Nilda Beatriz Nuñez

Daniel Chaparro, creador de la pagina de recuerdos de la ciudad: Paraná 1965-1975 Eramos tan jóvenes, compartió muchas fotos de los años 60 y 70 con PHM y recuerda como vivió y como se vivía por esos años el disfrute de la mejor playa que supo tener la capital entrerriana.

«He leído muchas veces que la mayoría de los seres humanos adoramos estar en una playa junto al mar (“…que invitaba a soñar…” como cantaba Donald McKluskey por 1967), quizás porque biológicamente la vida de los mamíferos (y eso somos) se originó en el mar hace millones de años y lo llevamos en nuestro ADN.

Más allá de la ciencia lo cierto es que es que a casi todos nos encanta caminar largamente por la arena, sentir el agua en los pies, mirar hasta el horizonte y compartir esa sensación de bienestar natural con la familia y con amigos. No hay duda de que los destinos turísticos con cálidas playas son los más elegidos cuando planeamos vacaciones veraniegas.

En los 20 años que viví en Paraná (1955 -1975), desde pequeño concurrí a la costa del Río, allí aprendí a nadar y conocí todos los balnearios desde el Club de Pescadores hasta el Thompson, pero tengo muy presente que fue a partir de hacerme adicto a “Los Arenales” a comienzo de los 70’s, que comencé a pensar en la playa como el lugar excluyente para el relax y el encuentro ocasional con amigos.

Hay que nacer a sus orillas o aprender a nadar desde niño en las aguas del Río Marrón para disfrutarlo. A los turistas acostumbrados al mar, siempre les costó pasar del agua hasta las rodillas y sumergirse en chocolate, sin embargo nosotros lo hacíamos con naturalidad desde pibes, jugábamos en el remanso y nadábamos desde el Rowing hasta el Estudiantes descansando en los amarres con boyas de todos los barquitos que pululaban a lo largo de la costa. Luego aprendimos la palabra “contaminación”, nadar fuera de las boyas se prohibió y todo empezó a cambiar.

Fue gracias a la construcción del Túnel Subfluvial que apareció el nuevo balneario: “Los Arenales” ! , entonces casi todos los que amábamos el Río y nos habíamos alejado un poco de él volvimos a sentir el placer de la tibieza de sus aguas, de pisar arenas vírgenes y estar en absoluta libertad.
Quizás duró poco, quizás fueron malas administraciones, falta de visión de nuestros políticos, negociados… ya no importa. Existió hace mucho tiempo atrás y nuestra generación tuvo el privilegio de disfrutarlo.

Cuando publiqué la primera foto de Los Arenales lo hice solo para que recordáramos con alegría ese tiempo tan lindo que compartimos, nunca pensé que los comentarios se centrarían más en su triste final que en lo gozoso de su existencia.

Aquí subo otra foto de aquella playa que naturalmente nos reunió a todos sin tener que contar con un carnet de socios y que todos tanto disfrutamos, con la esperanza de que los comentarios que merezca sean solo del recuerdo de gratos momentos.
Afectuosamente.»