Lo que nos queda del Parque Urquiza

El Parque Urquiza, tal cual lo conocemos, cumplió ya 85 años. Esa magnifica obra impulsada por el intendente Francisco Bertozzi y diagramada por arquitecto Carlos Thays jamas tuvo una restauración completa desde su construcción original en 1935.

Aunque la creación del Parque Urquiza data del año 1895, cuando el intendente de ese momento era Jaime Baucis, este realiza junto con el arquitecto frances Carlos Thays, lo que primero se llamaria la Plaza Urquiza y que era diagramada en lo que hoy es la costanera alta, no es hasta los años 30 en que, bajo la intendencia de Francisco Bertozzi, comienza la construcción del Parque Urquiza tal cual hoy lo conocemos.

En esos años se inician los trabajos de ampliación y embellecimiento del Parque. En 1932 se comienza con el desmonte y apertura de las circulaciones, ya que era inaccesible. Se construyeron, escalinatas en piedra, además de metros y metros lineales de cuneta, cunetones de desagües, cercos vivos de tuya, ligustros, y la plantación de 413 especies de árboles y arbustos de diversas especies. Colaboró también el Director de Obras Públicas Ing. Alfredo J. Nux. Thays junto con el jardinero Julio Kumagae, se encargaron de plantar las especies que hoy se encuentran en el parque.

El Parque Urquiza consiste en 44 hectáreas, en tres alturas, unidas por añosas escalinatas, entre cascadas y vertientes que generalmente terminan en torreones y miradores de piedra. Cada una de sus curvas sorprende con paisajes distintos y según la hora. Se pueden observar diversas especies de árboles: palos borrachos, aguaribay, tipas, aromitos y sauces. Tampoco falta la vegetación importada que recuerda viejas postales de la Europa romántica.

Desde 1935 hasta la fecha, ninguna gestión municipal, jamas, realizo una restauración completa de esta magnifica obra natural arquitectónica.

Los multiples desbarrancamientos, el paso del tiempo, el vandalismo, las malas gestiones, han provocado que lo arquitectónico se haya venido a menos mas allá de que lo natural siga teniendo su belleza y encanto.

DESBARRANCAMIENTOS

Uno de los principales problemas del Parque fueron los movimientos de tierra del lugar, los desbarrancamientos han sido moneda corriente a lo largo de los 85 años y han provocado que mucha construcción original se haya destruido y perdido. En algunos casos se restauro algún sector de barrancas pero las construcciones originales no fueron ni restauradas ni reconstruidas.

EL CAÑO, EL FIERRITO, EL FIERRO…

Otro de los problemas recurrentes, de punta a punta del Parque Urquiza, son la cantidad de objetos que quedaron abandonados después de distintas obras realizadas sobre él, como colocación de cartelerias, cañerías, luminarias, que con el paso del tiempo se fueron rompiendo, dañándose tal vez hechos vandalicos o solo abandono municipal, que terminaron dejando esos pequeños detalles arruinados y en la mayoría de los casos, oxidándose, generando el peligro para el transeúnte.

Esto cubre una de las mayores falencias en el Parque y justamente se trato de objetos colocados posteriormente a la inauguración del Parque y con el paso de los 85 años, por cada gestión que administro la ciudad. En las fotos que siguen se ven una pequeña muestra de esos objetos abandonados y peligrosos.

EL DAÑO A LA HISTORIA

Otro gran flagelo al que fue sometido el Parque Urquiza a lo largo de 85 años fue el vandalismo. Desde el robo de la Venus o de la escultura El Ganso y el Niño de la plaza Le Petit Pisant, hasta la rotura de la cola del yacare o las múltiples pintadas del Yaguarete.

Todas esas cosas, de alguna manera u otra pudieron recuperarse o restaurarse, salvo la escultura de la plaza Le Petit Pisant, pero otras han quedado como muestra del vandalismo y son los monolitos donde se han colocado placas de bronce que posteriormente fueron robadas. Los monolitos vacíos quedan como monumentos a la desidia y al mayor abandono del parque. Aunque se prevé que de colocarse otra vez una placa se vuelva a robar, se debe encontrar otra solución a eso, como poner placas de mármol (lo cual no implica que no se la robaran) o directamente extraer esos monolitos para que dejen de ser símbolo de algo que ya no esta…

Aquí muestras de estos símbolos al vandalismo que, desde hace años, quedan a la vista de turistas y la ciudadanía en general.

ARREGLALO COMO QUIERAS

A través de los años, las distintas gestiones fueron tratando de «pintar la cara» del Parque como para que quede… «lindo». Ya una cortada de pasto es parte de embellecer la ciudad, aunque uno no lo crea, pero es así. Se le pide a los gobiernos que minimamente corten el pasto y fumigen pero los grandes problemas del Parque siguen quedando y siguen pasando de gestión en gestión.

Los que trataron de hacer «algo» lo hicieron sin el menor respeto a la obra del paisajista Thays. Mandaron a pintar de blanco y naranja todo lo que se viera en el Parque sin siquiera considerar que la mayor parte del lugar es de piedra natural que debía quedar de ese color. Pero allá fueron los empleados municipales, sin ningún jefe capacitado para eso, a pintar de naranja cualquier cosa estática del parque.

Y la mayor muestra de desidia e incapacidad de los gobiernos lo tiene un arreglo que se hizo de una de las decenas de escaleras rotas en todo el Parque que fue «reconstruida» sin tener el menor sentido arquitectónico e histórico del lugar, sin el mas mínimo nivel de horizontalidad y sin el mas mínimo nivel de estética y respeto histórico de tal monumental obra que engalana nuestra ciudad.

A la muestra nos remitimos…

Sabemos que es una obra tan monumental como la realización original del Parque Urquiza. Estas fotos son solo una pequeña muestra de todo lo que hay que hacer, solo se recorrió un 10% del parque para obtener solo estas imágenes. Es mucho lo que hay que hacer pero alguna vez alguien tendrá que hacerlo. Esperemos no llegar al centenario con este parque destruido y abandonado y que algún día se realice una verdadera restauración de todo el Parque, de punta a punta y en cada rincón del mismo como alguna vez lo inauguro Bertozzi.

Datos históricos: – Trabajo: «La Ciudad Relevada» de la cátedra Comunicación y Conocimiento (Lic. en Comunicación Social, FCEDU-UNER).
– Arq. Mariana Melhem en pagina web 170 Escalones