La tragedia de los perros caídos en una cava tóxica en Nogoyá

Tres perros vecinos a la planta de tratamiento de residuos orgánicos Gaia SRL en Nogoyá, misteriosamente cayeron a unas de las piletas que se encuentran a cielo abierto en el predio de Gaia. La firma está clausurada desde 2018, cuando se comprobó la presencia de elementos cancerígenos en el suelo.

Gaia SRL es una empresa enclavada en el ejido de Nogoyá con actividades declaradas para el tratamiento de desechos orgánicos. La planta de Gaia fue clausurada en octubre de 2018 al comprobarse la presencia de residuos tóxicos muy peligrosos en el suelo. El complejo cerró sus puertas, pero la actividad interior siguió, aseguran testigos. Para esto obra una autorización municipal, pero ante la solicitud de ERA Verde, no hubo explicación oficial. En el predio de Gaia quedaron las piletas de tratamiento con los desperdicios a cielo abierto. Fue justamente en una de estas lagunas donde extrañamente cayeron tres perros de unos vecinos, que quedaron atrapados en un lodo pestilente que comenzó a desprenderles la piel y los pelos. El hecho reavivó los reclamos por contaminación de napas de agua y alertó sobre este peligro inminente.

Otto, Chiquita e India, tres perros vecinos a la planta de tratamiento de residuos orgánicos Gaia SRL en Nogoyá, misteriosamente cayeron a unas de las piletas que se encuentran a cielo abierto en el predio de Gaia. La firma está clausurada desde 2018, cuando se comprobó la presencia de elementos cancerígenos en el suelo. En una de las cavas de este lugar, los canes quedaron atrapados por en el espeso líquido marrón que contenían. Sus dueños desesperados los buscaban y ellos aullaban porque no podía salir.

Todo sucedió frenéticamente, cuenta aún conmovida a ERA Verde María Corvalán, la dueña del cruza de pitbull –Chiquita– y los dos border collie –Otto e India–. Fue el 6 de febrero pasado, cuando se percataron que cinco de los tres perros de la casa se habían perdido. No regresaban al hogar y desde ese momento comenzó una intensa búsqueda por los alrededores de la propiedad, ubicada en cercanías al acceso de Escuela Agrotécnica La Carola, en la ciudad de Nogoyá. Ya se escondía el sol cuando desde lejos escucharon aullidos y ladridos que provenían de la planta de Gaia, lindante y a unos 400 metros de la finca de Corvalán posee con su familia desde hace unos cuatro años.

Los ladridos eran de sus canes, los reconocieron, y en la desesperación y “a pesar de saber que hay una clausura del predio realizadas por autoridades sanitarias” ingresaron de todos modos a la empresa por presumir con suficientes indicios que sus animales corrían peligro y respondían a los llamados de sus amos, contaron la denuncia policial que se efectuó en la Comisaría Villa 3 de Febrero. Fue así que con la poca luz existente pudo visualizar a dos de los extraviados desesperadamente trataban de salir de una de las piletas donde habían caído. “Estaban empapados de una sustancia aceitosa, gomosa y muy espesa, de un tono marrón que es lo que contienen las lagunas o piletas” que allí se encuentran al descubierto.

Luego de un trabajoso rescate para sacarlos de laguna artificial –una excavación sobre la tierra que posee un manto de plástico de fondo–, llevaron a los perros a su hogar e intentaron sacarle el producto desconocido que tenían adheridos a su pelaje, siendo infructuosos los intentos con productos desengrasantes, como detergentes, jabones y similares, ya que no daban resultado. Fue así que consultando un video por internet sobre los métodos para limpiar pingüinos empetrolados pudieron sacarle de a poco la sustancia pegajosa untándolos con aceite vegetal, aunque no pudieron extraerles todo lo que había quedado pegoteado. “Los perros no estaban en buenas condiciones de salud luego de lo ocurrido”, comentaron luego de varias consultas con veterinarios. También se le detectaron problemas respiratorios y lo más grave fue que les afectó la visión.

“Al otro día ya no tenía esperanza de encontrar a la otra perra”, cuenta María. Ya era 7 de febrero e India no aparecía. Con las esperanzas perdidas, de pronto desde la casa se escucharon desesperados ladridos a lo lejos. Nuevamente la familia se dirigió a las piletas de Gaia, donde habían encontrado a los otros dos en la jornada anterior, y allí fue encontrada la border collie, mucho más hacia el interior la cava de espeso líquido de la cava. Arrojaron un lazo hacia donde estaba y pudieron izarla, comprobando que estaba exhausta y en pésimo estado físico y de salud. Una vez atendida por el médico veterinario se comprobó que además de estar bañada en ese pegajoso líquido tenía un extraño golpe en la cabeza.

La dueña asegura que son perros “mansos y no agresivos” y no son de buscar roña con otros de sus congéneres, y que el predio donde cayeron en esa trampa de lodo tóxico queda a escasos 400 metros al norte de su vivienda. Sin un tejido como cerco perimetral; apenas unos alambres que no impide el acceso de animales que no reconocen del peligro que entraña adentrarse en esos dominios.

Corvalán apuntó que la Gaia SRL continúa en conflicto ambiental con sus vecinos por las denuncias de contaminación por las sustancias tóxicas que arrojadas en los “piletones que desbordan con las lluvias” aún hoy día. Recordó que desde estas cavas se esparcía esos líquidos hacia a las calles de las inmediaciones, tal como se ha comprobado en denuncias efectuadas en su oportunidad. Los pobladores continúan alarmados ante la posibilidad que justamente esas sustancias peligrosas drenen a las napas de agua que se utilizan para el consumo de “toda la población de Nogoyá”, se advirtió.

Los vecinos desconocen los efectos que esta substancia que se encuentra a cielo abierto puede causar a la salud. Sólo pueden dar cuenta de las consecuencias en los perros de María, a los que se les ha comenzado a caer el cuero y los pelos por haber tomado contacto con ese líquido pegajoso. Además, en el patio donde limpiaron los animales y caía ese producto, el pasto se secó y no volvió a crecer.

Cuando las cloacas de Nogoyá casi colapsan

Desde fines de 2018, la procesadora de desechos orgánicos Gaia SRL se encuentra clausurada. La actividad de esta empresa, junto con Bio Nogoyá SA y Glycopharma SA –ambas ligadas a los biocombustibles–, fue denunciada a partir de la movilización de los pobladores de la zona del barrio San Carlos de Nogoyá. Los vecinos pusieron a la luz grave situación de ambiental que sufría la ciudad por el accionar de estas firmas, al comprobarse que arrojaban de forma clandestina sus desperdicios en la red cloacal, poniendo en serio riego el sistema al utilizar estos vertederos sanitarios. Incluso en un oportunidad se registró un fétido olor en pleno centro de la ciudad producto que el aceitoso vertido ilegal estuvo a punto de colapsar el sistema en ciertas oportunidades. Una investigación comprobó que las tres industrias ubicadas a metros del casco urbano no contaban con el Certificado de Aptitud Ambiental correspondiente para funcionar y se ordenó su clausura temporal. Se iniciaron expedientes para poder alcanzar los estándares mínimos de funcionamiento, pero sobre Gaia cayó un duro informe que planteó su cierre definitivo.

En el dictamen firmado el 5 de octubre de 2018 por el entonces director de Medio Ambiente municipal, Uriel Olivera Marcos, determinó una serie de irregularidades. En un monitoreo de suelos se detectó en Gaia la presencia de cromo hexavalente (Cr6), un metal pesado peligroso, “potencialmente dañino, cancerígeno y mutagénico”; también se determinó que se desconocía la composición y cantidad exacta de residuos que trataba, encontrándose “altamente probable” que sea de “residuos peligrosos”; así como carecía de un “certificado ‘de no inundabilidad del predio’” que emite Hidráulica provincial que determine la “ausencia de riesgo de infiltración hacia el acuífero libre”, es decir a las napas de agua para consumo. Incluso poco después del cierre de la planta empresas radicadas en el cordón fabril de Rosario reconocieron que mandaban “de buena fe” sus desechos industriales a Gaia SRL.

Con esta información, vecinos e integrantes del Grupo Ambiental Nogoyá solicitaron la intervención de Ambiente provincial, donde se abrió un expediente con las denuncias e incluso un equipo de Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) tomó muestras para un informe del cual nunca se supieron los resultados a pesar de los reclamos de los ciudadanos.

Así las cosas, Gaia fue clausurada, pero personal de la empresa continuó con algunas faenas, tratando el predio, trabajando las tierras con arados y “regando” las piletas a cielo abierto donde vertía los productos de descarte supuestamente de tipo orgánico. Estas tareas, que continúan realizándose, estarían autorizadas por el municipio. A pesar de los intentos de una respuesta oficial sobre la situación, la encargada de Ambiente de Nogoyá, Florencia García, no respondió a las preguntas que logró realizar ERA Verde.

Fuente: ERA Verde