Fabián Solaro representó a América Latina en Yalta

El tenor paranaense Fabián Solaro participó de la etapa final del concurso Camino a Yalta, que se desarrolló en esa ciudad de Crimea.

El tenor lírico paranaense, Fabián Solaro, fue el único sudamericano que participó en la etapa final del concurso internacional de canto Camino a Yalta, que se llevó a cabo en esa ciudad ubicada en la región de Crimea, en Rusia, al norte de Turquía.

Se trata de un certamen internacional para cantantes profesionales, organizado por la Fundación moscovita «Mundo Humanitario», con el apoyo informativo de la compañía estatal de televisión y radio emisora de toda Rusia (VGTRK), Russia Today, MIA Rossiya Segodnya, entre otros. En el concurso, los participantes tienen que hacer foco en el cancionero popular ruso, más específicamente, en el que refiere al período de la Segunda Guerra Mundial. El jurado está integrado por reconocidos artistas y figuras destacadas de la cultura rusa.

“Los rusos son muy respetuosos y tienen una memoria muy activa, está instalada esa tradición de recordar las canciones que ensalzan a sus héroes anónimos y a las víctimas de la guerra”, manifestó Fabián Solaro a Escenario.

La particularidad es que la organización propuso 15 canciones populares rusas que hablan sobre la Segunda Guerra Mundial. Cada participante tuvo que elegir una y traducirla a su idioma de origen: “Yo elegí una canción que tradujimos como Vals Accidental, compuesta en 1943 y tiene que ver una historia verídica tras la Batalla de Stalingrado. Y tuve que contar con la asistencia de dos traductoras de ruso, y la finalizamos con Svetlana Dimitryeva, pianista y profesora de canto que hace muchos años está radicada en Paraná. Fue invaluable su ayuda porque además de la letra, hay que tener en cuenta lo musical, respetando la rítmica y la melodía sin perder el sentido de lo que la canción quiere transmitir en su idioma original. Y fue complicado porque no existía una traducción previa al español”.

En este sentido, añadió: “Yo a Svetlana la conozco desde 1995, fue maestra mía, luego colega en la Escuela Coral Mario Monti y amiga. A través de ella yo me fui adentrando en la cultura rusa, admirándola. Hay excelentes cantantes líricos rusos, pianistas, bailarines. Su arte es muy rica, la literatura, la música, la plástica. Es un país muy interesante, muy vasto y muy diverso. Su gente es disciplinada y muy dedicada”.

Vals accidental habla de dos personas desconocidas que bailan un vals durante una madrugada, tras una batalla. Él, un soldado, está lejos de su hogar y triste, pero el poder bailar le hace sentirse humano otra vez.

Fabián Solaro envió el tema grabado sobre una pista de karaoke y resultó seleccionado para el concurso. Luego de un proceso técnico para ajustar la canción, realizó filmaciones en el Teatro Municipal 3 de Febrero y en locaciones exteriores mostrando el paisaje de Paraná, ya que es uno de los requisitos pedidos por los organizadores: que cada finalista muestre su lugar de origen. Y no es un detalle menor que es el único representante de la Argentina y de América Latina:

“En total somos 15 seleccionados de entre 250 concursantes los que viajaremos a Rusia para cantar en la final del festival. El 25 de abril llegaré a Moscú, el 26 viajaré a Yalta. El 1° de mayo será la final y el 2 de mayo será la cena de gala y clausura del festival”.

Fabián Solaro manifestó que se inscribió al concurso Camino a Yalta por invitación de Svetlana Zajarova, presidenta de la Casa de Rusia en Paraná: “De hecho, el año pasado ella también me invitó a cantar una canción en el aniversario de la Victoria y me fui conectando con las canciones rusas, sin imaginar que llegaría a ser seleccionado tiempo después para este concurso. Todo fue en pandemia, haciéndolo desde el encierro, empezó casi como un juego, como algo para entretenerme en ese período y terminó siendo algo súper importante”.

Vale mencionar que en el certamen compiten cantantes de Canadá, Austria, Suecia, el Reino Unido, Polonia, China, Turquía, Israel, Francia, Italia, Portugal, Latvia, India y Estados Unidos.

“Es muy grande la emoción, ver mi nombre entre tantos países del mundo; y si Dios quiere poder llegar a cantar en el escenario de Yalta me llena de emoción”, expresó Solaro.

Yalta, una ciudad histórica

Yalta es un pueblo en la costa de la península de Crimea en donde los antiguos zares y la aristocracia rusa disfrutaban del agradable verano en las orillas del Mar Negro en el último confín de Europa. Fantásticas vistas al mar, rodeada por montañas, plena de aire limpio y moderadamente húmedo.

Esa pequeña ciudad cobraría una particular relevancia para todo el mundo años después, cuando el período zarista había quedado en el pasado y el Tercer Reich se venía abajo estrepitosamente, presionado desde el oeste por americanos y británicos, pero muy principalmente desde el este por los soviéticos.

La Conferencia de Yalta fue la reunión que mantuvieron antes de terminar la Segunda Guerra Mundial (del 4 al 11 de febrero de 1945) Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt, como presidentes de gobierno de la Unión Soviética, del Reino Unido y de Estados Unidos respectivamente, y que tuvo lugar en el antiguo palacio imperial de Livadia, construido por el Zar Nicolás II, en Yalta.

A partir de allí se ponía fin al conflicto bélico y surgía un nuevo mundo en el que estadounidenses y soviéticos comenzaban a llevar voz cantante. Tras largas discusiones el vicepresidente de ministros de la Unión Soviética, Viacheslav Molotov, y el Primer Ministro, Iósif Stalin argumentaron que el sufrimiento del pueblo ruso había sido muy grande, ya que había soportado el mayor peso de la guerra. Exigieron 22.000 millones de dólares de reparaciones de los cuales la mitad sería para la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, aunque Estados Unidos se opuso a esto.

Así, los llamados «Tres Grandes» consiguieron en Yalta llegar a ciertos acuerdos. En principio, la paz quedó asegurada. Pero, pocos meses después, el mundo asistía a una nueva guerra, la llamada Guerra Fría.

Fuente: unoentrerios.