20 detalles constructivos que ya no existen en Paraná – Parte 1

La ciudad de Paraná ha crecido de manera exponencial. De 25.000 habitantes en el 1900 paso a 300.000, en 120 años, y junto con eso la ciudad fue cambiando, los edificios fueron creciendo, la arquitectura se fue modificando y cosas, objetos, construcciones, detalles de la ciudad fueron desapareciendo.

Estos son solo algunos de los miles de cambios que tuvo la ciudad pero la mayoría están referenciadas a cosas que aun existen.

1 – Las torretas del Puente Francisco Martínez Segovia o Puente de los Suspiros

Construido por Santos Domínguez y Benguria, inaugurado en 1896, se trata de un puente de estilo románico, con arco etrusco, que supo tener cuatro torretas, en medio de un conjunto edilicio de
iguales características, cargado de almenas, como los miradores que aún se conservan en pie.

Las torretas se destruyeron argumentando razones de seguridad, debido a que por debajo
circulaba el tranvía que iba al Puerto Viejo.

2- La cúpula del Palacio Bergoglio

Corría la década de 1920 y la ciudad sumaba al paisaje uno de sus edificios más atractivos que, una sociedad integrada por cuatro hermanos italianos, encargó a la Constructora Cavallo. Es uno de los edificios más bellos que posee la ciudad; consta de cuatro pisos con excelentes comodidades, departamentos especiales para familia y una terraza cargada de mayólicas y cerámicas españolas, a la que llegaban tomando el primer ascensor que tuvo la ciudad y que todavía hoy sigue funcionando. Fue construido por familiares, abuelos y tíos del Jorge Bergoglio, el actual Papa Francisco.

Su cúpula fue retirada por seguridad en los años 60.

3 – Los canteros de Alameda de la Federación ex Rivadavia

En 1836 se abrió una calle diagonal, La Alameda de la Federación, desde «El Molino» (actual plaza Alvear) hasta el puerto (hoy Puerto Viejo) para unir el centro con el embarcadero. En un principio se creo para ser bulevar con vías de ida y vuelta y un cantero en el medio.

No se tiene fecha de cuando destruyeron el cantero para construir una sola calzada pero en fotos de los años 30 ya no existen.

4- Los bancos originales del monumento a Urquiza

Inaugurado en 1920, el «monumental» monumento a Urquiza, poseía 4 bancos de mármol de Carrara con forma de leones alados. Con el paso de los años, este año cumple 100 años el monumento, los bancos fueron blanco de robos, roturas y hasta choques de vehículos. Constantemente fueron restaurados, recuperados después de haber sidos robado, y reconstruidos para evitar su perdida total.

Las ultimas noticias se remontan al 2011 en que el municipio trabajaba en replicas para sacar lo poco que quedaban de los originales para resguardarlos en museo o dependencias municipales.

5 – El adoquinado y las vías de tranvías de toda la ciudad.

La modernidad vino de la mano de los vehículos en la ciudad. Los autos fueron mejorando y los tranvías fueron desapareciendo para dar lugar a los colectivos. Eso trajo aparejado las mejoras en la pavimentación de las calles de la ciudad y así fueron desapareciendo las calles adoquinadas y las vías de los tranvías que dejaron de funcionar en nuestra ciudad en 1962.

Las primeras pavimentaciones que se hicieron en la ciudad fueron alrededor de 1910.

Calle Urquiza

6 – El cierre de calle Perú por la ampliación del Cementerio Santisima Trinidad

Hasta el año 1903 el Cementerio Municipal de la ciudad terminaba sobre la traza de calle Perú que continuaba hasta Ameghino, como se puede ver en la imagen a continuación. A partir de ese momento el cementerio se amplia hasta calle España y se construye su frente donde concluye actualmente calle Perú.

En primer plano, Panteón Nro. 1 que hoy se encuentra a la izquierda de la entrada principal.

7 – Las antiguas construcciones de Puerto Viejo

El Puerto Viejo fue el primer puerto habilitado oficialmente en Paraná en 1822. A pesar de su valor patrimonial, cultural y arquitectónico la mayoría de las edificaciones del siglo XIX, ya han desaparecido. Fue puerto de ultramar, que funcionó hasta 1905; constituyó una “parada obligada” para quienes se dirigían a Corrientes y Paraguay, fue escenario de batallas navales, supo albergar importantes fábricas e industrias, y ha sido un lugar convocante de personas y hechos extraordinarios y fuente de inspiración de los artistas.

Hoy de eso queda casi nada… apenas 3 o 4 edificaciones en total abandono y un solo edificio recuperado por el municipio donde existe el «museo» Puerto de la Memoria.

8 – La fuente original detrás del monumento a Urquiza

Mucho antes del Monumento a Urquiza, en la barranca detrás del mismo, por donde hoy pasa calle Melvin Jones (la calle del Puente de los Suspiros), supo existir esta fuente que esta retratada en varias fotos de los años 1900 como la que aquí se ve del fotógrafo Cirilo Amancay Pintos.

Con el paso del tiempo, tal vez con la construcción del actual Parque Urquiza, la fuente se remodelo y se restauro en varias oportunidades para terminar en el abandono que es al día de hoy…

9 – El monumento a Eva Perón frente a Plaza Mansilla

Una imagen increíble de un tiempo que en el «Palacio de Justicia» no estaba en los planes de nadie, al menos en ese lugar, donde existía la Plazoleta de la Inmortalidad. Una hermosa plazoleta que acompañaba las arboledas de plaza Mansilla en toda su plenitud.
En dicha plazoleta supo existir un monumento a Eva Peron, inaugurado al poco tiempo que ella falleció, el cual tenia una llama de fuego que nunca se apagaba, alimentada por gas a garrafas, y por mucho tiempo se mantuvo así, tal vez hasta la revolución de 1955.
El edificio de tribunales se construiría en 1969.

Plazoleta de la Inmortalidad y Plaza Mansilla 1962

10 – Cantero alrededor del monumento a San Martín

Inaugurado en 1910 en conmemoración del Centenario del 25 de Mayo, el monumento a San Martín supo ir teniendo diferentes decoraciones o parquizados a su alrededor. También con el paso del tiempo se le fueron agregando muchísimas placas conmemorativas a su alrededor. En algún momento del tiempo le realizaron una «cantero» completamente de material y años después también tuvo su modificación actual con placas de mármol. Muchas placas fueron retiradas y son guardadas en el Museo del Sitio de la Municipalidad.

11 – Los altos toboganes del Parque Berduc

El parque deportivo escolar Enrique Berduc o simplemente Parque Berduc es un establecimiento deportivo inaugurado un 27 de Septiembre de 1929 con el objetivo de funcionar como centro de educación física de la ciudad, siendo en aquel momento el complejo polideportivo más importante a nivel provincial. Junto a todo lo que implicaban los deportes dentro de su predio, contaba con una gran plazoleta de juegos para niños clásicos como hamacas, subibajas y altos toboganes solo para valientes.

12 – Los antiguos surtidores de nafta ubicados en las veredas del centro paranaense

A partir de 1930 empezaron a colocarse los primeros surtidores de nafta en la ciudad. El producto, que se vendía a 20 centavos el litro, era la nafta rosada. Sus características principales, según la publicidad oficial: «antidetonancia, la combustión completa y un poder eficiente absoluto». La nafta YPF era promocionada de particular forma. «Consumiéndola, se contribuye al aumento de la grandeza e independencia nacional». «Es una obra de nacionalismo: usándola, usted cumple con ese deber».

Surtidor de nafta en calle San Martín casi Cervantes (Hoy Peatonal)

13 – El adoquinado y los postes de luz en medio de calle Santa Fe.

La foto esta tomada desde la esquina de Alameda y Santa Fe mirando hacia el lado del río. A la izquierda otro de los palacios de los Rosenbrocks, hoy Gendarmeria Nacional, y en primer plano calle Santa Fe que curiosamente tenia su tendido de cables eléctricos con los postes puestos en el medio de la calle…

De las primeras imágenes para nuestras secciones de «cosas que se ven en Paraná» o «Pasa solo en Paraná»!

14 – La retreta de Plaza 1ro. de Mayo

Ubicado donde hoy esta el mástil supo existir un ornamental «escenario», con relieves de caras y una fuente de agua, donde las bandas y orquestas solían interpretar su música en actos oficiales o bailes populares. La misma poseía atriles fijos de metal. La retreta fue demolida en los años 50 ya que el 17 de Octubre de 1952 se inauguraba el nuevo mástil, que hoy conocemos, construido por la Asociación Reservistas del Distrito Militar 32 Paraná.

15 – El monumento a la República en el Banco Nación

El viejo edificio del Banco de la Nación Argentina, inaugurado un 25 de junio de 1911 supo ser un fiel exponente arquitectónico de la escuela francesa que se llamó beaux arts. Con fachada de piedra parís,
mármol rosado y mansarda de pizarra en su techo era de gran riqueza constructiva. Pero lo que mas llamaba la atención era la imponente figura de la República, representada con una mujer cargando en su mano derecha el Escudo Nacional y en su izquierda el cuerno de la abundancia. Con el gorro frigio y la mirada, desde las alturas, displicente, protectora, casi soberbia.

Así existió en la esquina de España y San Martín hasta los años 40 en que, tal vez, para darle una nueva imagen al banco, el edificio se tiro abajo junto con tal monumental escultura. El nuevo edificio se inauguro un 12 de noviembre de 1945.

16 – La cúpula del Palacio Rosenbrock

Inaugurado en 1908, el Palacio Rosenbrock muestra “un barroquismo italiano en su estilo arquitectónico, y su pasado y su presente, es referencia permanente del microcentro paranaense, por haber albergado distintas e importantes firmas en su planta baja” publicaba el periodista e investigador Claudio Cañete. “La casa siempre se distinguió por su elegante cúpula alargada, que lucía orgullosa en su vértice superior. Era un mirador privilegiado, el cual fue demolido, porque la construcción sobre todo en la parte superior, no resistió el paso de los años. Y temían que se derrumbara sobre la vía pública. Este hecho, que nadie recuerda con exactitud su fecha, aparentemente se produjo a fines de la década del 60. Y marcó la desaparición de un detalle pintoresco que enmarcaba la Plaza 1º de Mayo”

17 – Los bebederos de las plaza paranaenses

Todas las principales plazas de la ciudad tenían su bebedero. Plaza 1ro. de Mayo, Alvear, Saenz Peña, Alberdi. La mayoría, como la de la foto, eran de mármol, de muy buena calidad. Quien no se inclino alguna vez a tratar de bebe de ellos?… Seguramente por la complejidad de su mantenimiento, tal vez por salubridad, todos los bebederos fueron desapareciendo. Algunos pudieron rescatarse y uno se encuentra en el Museo de la Ciudad.

18 – Estación de Servicio de calle Echague

Una de las primeras, sino la primera estación de servicio de la ciudad. Estaba ubicada en calle Echague entre Perón y Pascual Palma. Estaba allí desde la aparición de los primeros surtidores en los años 30.
Por muchos años permaneció en el lugar, incluso hasta nuestra época, en que se mudo a la esquina de Echague y Perón y, con distintas marcas y tipos de combustibles, se mantiene hasta el día de hoy.

En el lugar de la vieja estación de servicio hoy hay una casa de venta de cerámica que mantiene gran parte de la estructura original del frente del local.

19 – El reñidero de gallos

El primer reñidero de gallos en Paraná se construyo en 1834, pero el que se tiene referencia fotografía e histórica era el de calle Laprida, entre la actual Peatonal San Martín y Buenos Aires. Era una buena construcción sólida y amplia en forma hexagonal, dotada de paredes y buen techo de buen material, contenía en su interior, numerosos asientos de varias categorías, dispuestos en filas sucesivas y en anfiteatro.
En 1889 una ley provincial prohibió las riñas de gallo. El edificio se demolió en 1926.

20 – El parquizado original de la Danza de la Flecha

El 25 de mayo de 1934, el indio de bronce de Luis Perlotti, daba lugar a la creación de la rotonda denominada Danza de la Flecha en Alameda y Bertozzi. Fue donada a la municipalidad por el Doctor Pedro Martínez. La misma mereció el Primer Premio en la Exposición Municipal de Buenos Aires (1927) y en Sevilla (1928) una medalla de oro. 

En un principio, y por muchos años, solo tuvo un parquizado de césped hasta que se construyo la fuente que hoy conocemos.

Textos y colaboraciones de historiadores de la ciudad: Julio Ruberto, Carlos Menú Marques, Jorge Riani, Enrique Suarez, David Cordoba, Claudio Cañete y Archivo General de Entre Ríos.

Todas las fotos pertenecen al archivo del Museo Histórico Martiniano Leguizamón